domingo, 2 de noviembre de 2008

CUANDO EL COMENTARISTA SE CONVIERTE EN FOROFO



No soy muy amigo de los llamados deportes de motor. La Fórmula 1 me aburre y las motos me gustan pero me acabo cansando. Hoy se decidía el mundial de coches y, por circunstancias, tuve la oportunidad de ver la carrera con los frenéticos últimos minutos incluídos.

A mí me daba igual que ganase Hamilton o que ganase Massa. Y supongo que si a mí me da igual a Antonio Lobato también le debería de dar igual. Pero no fue así. Cuando en la última vuelta el brasileño era virtual vencedor del campeonato, los aullidos del calvo hicieron retumbar las más potentes televisiones. Pero cuando finalmente Hamilton logró ese quinto puesto que le otorgaba el mundial, nuestro amigo se dedicó a decir un escueto "Hamilton se convierte en el campeón más joven de la historia" con un tono tan bajito que ni Mari Trini. Y la verdad es que no lo entiendo. No entiendo que un periodista sea tan partidista en algo que ni le va ni le viene. A él le pagan para narrar las carreras no para demostrarle a toda España cuales son sus pilotos favoritos.

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