Ayer se jugó el Euskadi-Cataluña y ambas formaciones salieron al campo con sendas pancartas reclamando la independencia de su selección y, por extensión, de su comunidad autónoma. Y nadie dice nada. Nadie se atreve a decir aquello de "no se puede mezclar fútbol y política". No interesa.
Es el gran cinismo del fútbol en el que sólo una minoría puede expresar abiertamente sus deseos.

Pero como esto parece que no tiene una solución temprana, lo mejor será recrearse con esta Mamá Noel y pasarlo bien en Nochevieja. FELIZ 2008.
1 comentario:
Yo estoy de acuerdo que pidan sus selecciones, eso sí, primero tienen que jugar su propia liga, me imagino esos partidos de alta rivalidad Barcelona-Hospitalet o Bilbao-Barakaldo. Eso si serían partidazos y no los de ahora contra el Madrid.
En política pensamos totalmente distinto, pero estoy de acuerdo contigo en este post, de todos modos creo que te equivocas al hablar de lo de ayer, esta gente no se merece ni que les escupamos.
Saludos y feliz año.
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